Dependencia Emocional, Relaciones ¿Es amor o apego?
“Todo el mundo es feliz en la pantalla”: Las redes sociales y nuestra ansiedad.
RELACIONES CASUALES.
Guia o constructor/a
El CAMINO HACIA UNA AUTOESTIMA SANA
LAS CREENCIAS
Las creencias son reglas internas con las que los seres humanos convivimos. Son guías de acción que nos dicen quiénes somos, qué podemos o sabemos hacer -y qué no-, en qué cosas podemos arriesgarnos y en cuáles no. En resumen, nos indican cómo movernos en la vida.
Las creencias se presentan en nosotros en forma de frases cortas, diciendo dos grandes cosas:
• Cómo es el mundo: Da información y afirma “el mundo es así”. Nos dice, por ejemplo: “Todas las mujeres son competitivas y malas”. O “Todos los hombres son iguales”.
• Cómo debemos ser y hacer: Nos dicen, por ejemplo: “Tengo que ser profesional y estudiar una carrera universitaria”. O “Tengo que tener esta cantidad de dinero”. O “Tengo que tener mi propio auto”; “Tengo que casarme y tener hijos”…
El asunto con esta información brindada por las creencias es que es parcial, incompleta. Y en base a ella se marca la vara de lo que debe ser conseguido -porque si no lo hacemos, aparecerá el sentimiento de frustración. Al marcar el ideal a alcanzar, determinan nuestro éxito.
Las creencias tienen consecuencias.
Estas afirmaciones internas constituyen los lentes desde los cuales vemos el mundo y a nosotros mismos: leyes que no concebimos como hechas por nosotros, pero que tienen consecuencias sobre nosotros -especialmente si no las cuestionamos-.
¿En qué consisten estas consecuencias? Veámoslo.
Al ignorar que se trata de una creencia, y pensar que es una verdad única e incuestionable, la creencia siempre al final se comprueba, se vuelve realidad. Y se comprueba porque ante la mínima acción, el mínimo atisbo de concordancia, asumimos como confirmada la creencia. Esperamos, inconscientemente, que suceda y omitimos las miles de otras acciones que NO se vinculan con esa creencia; porque nuestro cerebro busca esa confirmación.
Cuando una creencia afirma que deberíamos hacer algo y no lo hacemos, la consecuencia es la culpa. Sentimos culpa porque deberíamos estar haciendo eso o ser eso que no somos. Cuando las creencias no son cuestionadas, siempre nos devuelven al mismo lugar, al lugar de “LO ESTOY HACIENDO MAL”.
Nuestras creencias, nuestra casa.
Todos habitamos la casa de nuestros padres, madres o cuidadores cuando nacemos. Y esta casa incluye muebles que alguien más introdujo en ella.
Vivimos en esta casa -y la hacemos nuestra- durante mucho tiempo, pero llegado el momento es normal cuestionar si estos muebles nos gustan, si realmente queremos vivir con esos muebles o quisiéramos una casa decorada de forma diferente.
Esta es la primera etapa de cambiar creencias: cuestionar si creemos en ellas o no, si nos gustan o no. Ponerles un signo de pregunta. Y empezar a quitar los muebles que no van con nosotros: “Esta creencia no va conmigo, este mandato ya no lo quiero, no me hace bien”. Y así, los muebles “heredados” quedan atrás.
Si este proceso continúa, llegará un momento en el que la casa tendrá solo unos pocos muebles. Y esta es la segunda etapa. Sabemos aquello que no queremos, pero no identificamos lo que queremos. Nos encontramos sin las creencias que nos regían, pero no sabemos bien aún cuáles creencias nuevas nos regirán de ahora en más. Es un momento de incertidumbre, y hay que soportarlo.
Poco a poco iremos eligiendo nuestros propios muebles. Muebles que podremos ir cambiando miles de veces a lo largo de mi vida, pero muebles que al fin y al cabo, son escogidos por nosotros. Ya no serán los muebles heredados de otras personas, sino propios.
A esta etapa de elegir, la llamamos madurez, adultez.
Y así, construimos nuestro mundo; nuestra propia verdad. Nuestro hogar de creencias.
Para ser adultos, maduros emocionalmente, hace falta habitar nuestra propia casa. Nuestro propio mundo. Nuestras propias creencias. Es necesario elegir nosotros mismos nuestros muebles. Entonces las cosas ya no nos pasan porque sí, sino que como adulto/a tomamos nuestras propias decisiones en función de lo que consideramos bueno para nuestra vida
Por eso es TAN importante cuestionar nuestras creencias.
4 PASOS claves PARA CUESTIONAR NUESTRAS CREENCIAS
1- Hacer conscientes nuestras creencias.
¿Cómo? Anotar las leyes que rigen mi vida, me gusten o no.
“Los hombres son todos iguales”
“Nunca vas a triunfar en el trabajo”
“Siempre vas a ser un fracasado”
“Siempre vas a ser la fracasada de la familia”
2- Cuestionarlas
A cada creencia, es necesario transformarla en una pregunta.
¿Todos los hombres son iguales? ¿Todos? Constato con la realidad.
¿Mi hermano, mi primo, mi papá, mi tío, todos hacen eso que yo creo?
3- Elegir cuáles son las creencias que queremos mantener, y cuáles desecharé.
No todas tus creencias deben ser desechadas. Cuestionarlas te permitirá ver con mayor claridad si esa creencia sigue siendo verdad para ti y quieres que siga rigiendo tu vida; o si, por el contrario, es momento de despedirte de ella.
4- Armar tu propio catálogo de creencias.
Una vez que has “limpiado” de tus creencias aquellas que ya no van contigo, pregúntate: ¿Cuáles son las creencias que yo elijo que rijan mi vida? ¿Qué quiero creer de mí? ¿Qué quiero creer del mundo?
Lee nuestro articulo sobre sostener habitos
HÁBITOS SALUDABLES
¿Cuál es la importancia de establecer metas realistas y alcanzables?
La importancia de establecer metas es indudable en cualquier ámbito de nuestra vida. Las metas nos brindan una dirección y nos permiten avanzar hacia donde queremos llegar. Sin embargo, es fundamental que esas metas sean realistas y alcanzables, ya que de lo contrario corremos el riesgo de frustrarnos y perder la motivación.
En este artículo, veremos cómo establecer metas realistas de manera efectiva puede marcar la diferencia en tu bienestar emocional y en tu capacidad para alcanzar tus objetivos. Además, te daremos algunas recomendaciones prácticas para ayudarte a establecer metas de manera efectiva.
¿Por qué es importante establecer metas realistas y alcanzables?
Establecer metas realistas y alcanzables es fundamental para nuestra salud mental y para nuestro bienestar emocional. Algunas de las razones por las que es importante hacerlo son las siguientes:
Evita la frustración y el desánimo
Si nos proponemos metas muy ambiciosas y luego no logramos alcanzarlas, es fácil que nos sintamos frustrados y desanimados. Esto puede llevarnos a abandonar nuestros objetivos y a perder la motivación. Por el contrario, al establecer metas alcanzables, podemos sentirnos satisfechos y recompensados por cada logro que alcancemos.
Ayuda a mantener la motivación
Cuando nos proponemos metas alcanzables, es más fácil mantener la motivación para seguir trabajando en ellas. Si, por el contrario, nos planteamos metas muy ambiciosas que nos resultan muy difíciles de alcanzar, es más probable que nos sintamos abrumados y desanimados.
Favorece el aprendizaje y el crecimiento personal
Al establecer metas realistas y alcanzables, podemos ir superándolas poco a poco y aprendiendo de nuestros errores. Esto nos ayudará a ir creciendo y a mejorar nuestras habilidades y destrezas. Si, por el contrario, nos planteamos metas muy ambiciosas, es más probable que fracasemos y que no aprendamos de nuestros errores.
Cómo establecer metas realistas y alcanzables
Ahora que hemos visto por qué es importante establecer metas realistas y alcanzables, vamos a ver cómo hacerlo de manera efectiva. Algunos pasos que puedes seguir son los siguientes:
Identifica qué es importante para ti
Antes de establecer tus metas, es fundamental que sepas qué es importante para ti. ¿Qué es lo que te importa realmente? ¿Qué es lo que te apasiona y te hace sentir bien contigo mismo? Identificar tus valores y tus intereses te ayudará a establecer metas que realmente te importen y te motiven.
Fija objetivos específicos, medibles y alcanzables
Una vez que sepas qué es importante para ti, es hora de fijar tus objetivos. Asegúrate de que sean específicos, medibles y alcanzables. Por ejemplo, en lugar de decir «quiero ser más saludable», podrías fijar el objetivo de «hacer ejercicio durante 30 minutos, 3 veces por semana durante los próximos 3 meses». De esta manera, sabrás exactamente qué es lo que quieres lograr y cómo medir si lo has conseguido.
Si necesitas ayuda para hacerlo, te recomendamos nuestra mini guía para fijar y cumplir objetivos, en la que cuentas con un paso a paso para crear objetivos SMART.
Establece plazos realistas y sé flexible
Otra clave para establecer metas realistas y alcanzables es establecer plazos realistas. Trata de no apurarte demasiado, ya que es más probable que fracases si te excedes. Al mismo tiempo, sé flexible y no te aferres demasiado a tus plazos. Si las cosas no salen como esperabas, no te desanimes. Ajusta tus plazos y sigue adelante.
Celebra tus logros y aprende de tus fracasos
Es importante que celebres tus logros, ya sean grandes o pequeños. Esto te ayudará a mantener la motivación y a sentirte bien contigo mismo. Al mismo tiempo, no te preocupes demasiado si alguna vez fracasas. Aprende de tus errores y sigue adelante.
Establecer metas realistas y alcanzables es clave para nuestra salud mental y nuestro bienestar emocional. Hemos visto que hacerlo de esta manera nos permite evitar la frustración y el desánimo, mantener la motivación y favorecer el aprendizaje y el crecimiento personal.
psimosquera
¿En que consiste planificar nuestro proyecto de vida?
¿Me preocupó demasiado?
¿Que es un vació emocional?
RECURSOS
Bienvenidos
Hola, soy Nereida Mosquera, estoy feliz de darte la bienvenida a este espacio personal e informativo, quiero compartir contigo información, ...
-
Las 5 heridas de la infancia: En este artículo te invito a entender qué son y qué impacto pueden tener hoy en nuestras decisiones cotidia...
-
¿Has sufrido después de una ruptura amorosa? La forma esperable de separarnos de alguien a quien queremos o quisimos mucho es a través del ...
-
¿Qué es el duelo? El duelo es el proceso psicológico al que nos enfrentamos tras las pérdidas, algo que todos, tarde o temprano,...




