¡El ENOJO!

 


Es una de las emociones básicas, y como toda emoción, también tiene una función, y es la de defendernos de la agresión. Recordemos que las emociones básicas son cinco: el miedo, la tristeza,  el enojo, el amor y la alegría, ellas están en cada uno de nosotros para cumplir un roll. El enojo está para defendernos o poner un límite, este surge inteligentemente para protegernos, de una amenaza tanto real como imaginaria, es nuestra parte interna que está lista para decir que no, tiene la voluntad de poner límites y de defender nuestros valores. Como vemos hasta hora el enojo no debería ser un problema, el problema en realidad es la reacción que tenemos con nuestro enojo, cuando rechazamos el poder que tiene nuestro enojo, cuando lo empujó hacia mí interior, me niego a sentirlo o incluso lo reconozco pero lo escondo, para ser buenos, buenos entre comillas, para impresionar a los demás, para proteger a otros, y ahí donde negamos ese enojo, es donde empiezan a parecer los problemas,  porque el enojo no se va, porque no lo reconozcamos, sino que empiezan aparecer maneras más creativas de moverse o mostrarse, no desaparece.


Cuando tratamos de suprimir nuestro enojo, cuando reímos todo el día, lo maquillamos, lo enterramos en nuestro interior, se instala en el inconsciente y es donde empieza hacer estragos, parece ser que no tenemos más enojo, y esto es real, ya no lo tenemos, es el enojo el que nos tiene a nosotros, podemos volvernos personas irritables porque el enojo habita nuestro cuerpo, es como que nos identificamos con el, cuando una persona vive constantemente enojada es porque no puede enojarse con quien realmente debe o debió enojarse en un pasado, y nos encontramos explotando ocasionalmente con una irá casi incontrolable, porque esa energía necesita moverse, tener alguna salida. El enojo es una parte salvaje, que tenemos, que nos pide ser reconocida, todo el tiempo,  pero es entendible que no queramos ser gobernados por nuestro enojo, que no queramos decir palabras de las cuales después podamos arrepentirnos o que talvez controle nuestro cuerpo, nuestro comportamiento, debemos de llegar a hacer capaces de usarlo conscientemente, como una herramienta, en el momento necesario y apropiado  esta bien no querer sentir que el enojo nos consuma, sino apuntar a tener una relación sana, con nuestro más potente protector interno. Aquí vamos a diferenciar algo, tenemos que no confundir emociones displacenteras con  negativas, a las emociones displacenteras muchas veces, se les cataloga de negativas, porque no nos gusta sentirlas, y a las placenteras solemos catalogarlas de positivas, porque nos gusta sentirlas, incluso andamos por la vida buscándolas, y tratando de evitar las que nos duelen, o no nos llevan al placer, pero estas emociones mal llamadas displacenteras, el enojo,  la tristeza, pueden ser muy positivas, si se trata de defendernos por ejemplo, o de temerle a aquello que nos puede hacer daño, y una emoción llamada positiva, el amor por ejemplo, nos hace más dependiente, más infantil, puede ser súper disfuncional para una persona, entonces tenemos que entender que no hay emociones negativas o positivas, cuidémonos de llamarlas así,  hablemos mejor de emociones funcionales o disfuncionales, porque a lo que sentimos que es negativo tendemos a querer bloquearlo, y cuando intentamos anularlo, nos pasa que nos vemos frente a una tarea que es imposible, porque una emoción no puede ser anulada, se siente , nos sucede, cuando empiezo a negarla,  es donde pierdo la función que esta emoción me da, entonces sí yo anulo el enojo, anuló también el límite que iba a ponerle a otra persona, que termina abusando probablemente de ese límite, y llegando a un lugar al que yo no quería que llegara, y como yo elimine el enojo, elimine también la protección, cuando el enojo no es respetado o escuchado, se acumula como cualquier otra emoción, entonces se vuelve como un líquido que se va acumulando, hasta que un día rebalsa, generalmente las personas que tienen como creencia, que no deben expresar o manifestar el enojo, terminan en algún momento siendo súper agresivas, acumulando resentimiento y hostilidad hacia los demás, hacia el mundo 🌎. Es decir que el enojo encuentra maneras inconscientes, de expresar o desviar ese enojo, mintiendo, culpando, siendo sarcástico, a través de quejas o simplemente siendo indiferentes, y estas son, todas las defensas que ponemos para evitarnos a nosotros mismos, en nuestro interior estamos muy enojados, aun si pensamos que estamos más allá del enojo, esta idea de espiritualidad que nos venden de que siempre debemos estar felices, cuando en realidad hay un enojo y esta siendo desviado, desde otros lados. Hablemos de las posibles causas del enojo, muchas veces cuando experimentamos esta emoción, y no la sacamos, viene desde nuestra familia, y tenemos que estar muy atentos, ya que podemos estar cargando enojos ajenos,  y los reproduzco ahora en situaciones actuales de mi vida, cuando yo le estoy exigiendo algo a otra persona de manera infantil,  probablemente esta exigencia tenga que ver mas conmigo, que con la otra persona, un ejemplo: si yo tengo una pareja que me estafa, me engaña, probablemente me enojo,  y esta emoción esta bien puesta allí, porque fui engañada, estafada,  pero si yo acepto quedarme con esta pareja, y  mi enojo se vuelve crónico, y no resuelvo la situación del engaño, sino que empiezo a odiar a mi pareja, y a reprocharle este engaño que hizo por años,  es evidente en este ejemplo que lo que está actuando es otra cosa, es otro tipo de enojó, uno mas infantil, y que probablemente tenga que ver con mi propia historia, porque tendemos a exigirle a las personas todo aquello que quizás no tuvimos antes, y esto seguramente me entristece, ahora mi enojo adulto lo que va hacer es perdonar o terminar con la persona. El permanecer enojado o el enojarme demás, tiene que ver con otra cosa,  y acá vamos a resaltar algo, TODO ENOJÓ QUE NO TIENDE A RESOLVER  LA SITUACIÓN EN LA QUE LA OTRA PERSONA ESTÁ TRASGREDIENDO UN LÍMITE, ES UN ENOJÓ QUE NO TIENE QUE VER CON LA SITUACIÓN QUE ESTEMOS VIVIENDO HOY, es decir si mi pareja me engaña, la función de mi enojo verdadero tiene que estar al servicio de resolver ese engaño que mi pareja me  hizo, ahora si yo siento ganas, o quiero asesinar a mi pareja, esta cantidad de enojo demás, ya no tiene que ver con mi pareja, seguramente tendrá que ver con otras personas, en otras situaciones previas, y otra cosa , cuando quiero vengarme, termino paradójicamente en contacto con ese otro, sosteniendo la relación que tanto daño me hace, y este sería un enojo inmaduro, porque el enojó maduro tiende a poner ese límite, y a cortar con todo esto que me hace mal, es decir, sino puedo terminar el vínculo con esta pareja que me engaña,  es porque en realidad no estoy poniendo a mi enojo, en su verdadero lugar, y hasta quizás termino con esa pareja que me estafa, pero sigo buscando otra más y otra, que me engañe y entonces repito el patrón eternamente, porque realmente no estoy enojado con la persona que me engañó, en ese momento, sino que esa sensación de engaño, es el reflejo del pasado, y tengo que reconocer donde en realidad me sentí engañada, para poder ubicarlo y dejar de repetirlo, tengo que encontrar la escena en la que verdaderamente fui víctima o estafada de otra persona, hasta que no logremos encontrar la escena, y donde fuimos víctimas, en donde si verdaderamente debí de enojarme, seguiremos encontrando y repitiendo patrones, encontrando personas que traigan enojo, porque vamos a seguir necesitando a alguien que nos recuerde que estamos enojados, es decir, que hasta que no logre contactar con ese enojo, y darle la entidad que eso tiene o tuvo, en mi vida, vamos a seguir repitiendo el patrón,  solemos pedirle a las demás personas lo que no recibimos de nuestras figuras de apego (padres, madres, cuidadores) esto,  de esa persona no me mira o me miente, o no se ocupa tanto de mí, no se da cuenta de que esto me molesta, no me da cariño,  todas estas sensaciones generalmente, tienen que ver con un pedido inconsciente, hacia esos primeros cuidadores, hacia esas primeras figuras de amor. Vamos a diferenciar los dos tipos de enojo, tenemos el enojo adulto: es aquel que tiene la función de terminar con aquella maldad que la otra persona me hizo, no tiene la función de agredir a la otra persona, en tanto yo sienta la necesidad de agredir a ese otro, y odiarlo, ese enojo es de otro orden, es el enojo infantil, es de antes, probablemente de mi infancia, si yo insisto en querer agredir esa persona, ese enojo es de una situación donde probablemente yo me sentí víctima, y generalmente esto tiene que ver con escenas infantiles, el enojo adulto no es agresivo, es ordenado, tiende a resolver la situación, no a querer ganarle al otro, es acorde a la situación en tiempo, interacción, intensidad y duración, por ejemplo si hay una persona que quiere colarse en una fila, y yo me enojó, y le digo discúlpame, pero te tienes que formar como corresponde, pero si yo a esa persona le quiero pegar con una irá incontrolable, todo ese enojo demás no corresponde a esa situación, tiene que ver con otra cosa. ¿Qué posibilidades tenemos frente al enojó? Para intentar buscar  un espacio saludable y sanó en medio de la opción de enmudecer el enojo, y no decir nada o de actuar lo atacando a otros, hay un espacio en el medio de estas dos alternativas,  hay otra opción que es más equilibrada y tiene que ver con sentir el enojo en el cuerpo ¿Qué vamos hacer cuando aparezca el enojo? Nos vamos a dirigir a las sensaciones mas crudas del momento, en el que aparecen esas sensaciones intensas, como si subiera un fuego por el cuerpo, vamos a respirar a través de ellas, las vamos hacer conscientes,  las vamos hacer presentes, y dejar que se muevan en nuestro cuerpo, vamos a observar el caos, como si se tratara de una película, cuando aparezca el enojo vamos a sentirlo y a tomar el control de este, y en lugar de culpar o atacar a las demás personas, vamos a poder decir  sí, estoy enojado o enojada y honrare este sentimiento que se mueve en mí, como algo natural, sano. Recuerda que el enojo, no es un error, es una protección, tenemos que agradecerle por servirnos para este propósito, por tratar de mantenernos a salvo, por tratar de ayudarnos a poner el limite que necesitamos, así que ya sabemos, cuando aparezca el enojo, hay que sentirlo, te dejo un ejercicio: frena lo que sea que estés haciendo, desacelera, conecta con tu cuerpo, siéntelo, reconoce que estás enojado o enojada, siente ese calor, esa energía del caos, como un remolino, como fuego, respira nuevamente, y haz esta pregunta ¿ esta bien puesto este enojo? ¿Esta este enojo, poniendo algún limite? ¿Me esta protegiendo de algo? Y al hacer esto, probablemente descubras algo, tristeza por algo de tu historia, algo de vulnerabilidad,  o el poder protector de esta emoción. 

Mis mejores vibras, espero que al leerme, se conecten con sus emociones y les sea de mucha ayuda para el autocuidado.

Psicóloga_mosquera 


LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS

 

LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS.

Es un día precioso, y estás con la persona que amas, de repente aparece una mirada que ya conoces en esa persona, sabes que ya se avecina la discusión, tratas de arreglar el día pero, ya no hay nada  que hacer, sé avecina la tormenta. Talvez esto se te hace conocido y si es así, probablemente conozcas los cuatro jinetes del apocalipsis,  te contaré de ellos, cada uno con características destructivas, que va creando conflictos como montañas, que vas escalando hasta que termina la relación. Cuatro razones por las cuales las parejas se separan, hablemos de esto. Jhon Goodman es un psicólogo estadounidense que se dedicó a estudiar parejas en lo que él llama,  el laboratorio del amor, es un lugar en la universidad de Washington donde junto a su equipo estudió a más de tres mil parejas, en los últimos cuarenta años, Goodman nos trae la idea de que existen cuatro predictores claves, para firmar hasta un 90% que llegó o se avecina el final de una pareja, si persisten o se mantienen, lo que el llamó los cuatro jinetes del apocalipsis, que son, la crítica, el estar a la defensiva,  el desprecio y el stone wall o convertirse en un muro de piedra, sí existe alguno de estos en nuestra relación, tenemos que mirarlo, hacer foco sobre esto, ya que son grandes predictores de que la pareja vaya cayendo en grandes conflictos. Conozcamos de ellos, hablemos de cada uno de ellos. El primer jinete, la crítica, este se ve algo así: “no botaste la basura” eres un sucio, un irresponsable, la crítica como estilo de comunicación, se enfoca en atacar lo que tu pareja es, y no, lo que tu pareja hace, la crítica desvalida a la otra persona,  en cuanto a su forma de ser, su personalidad, no se concentra en un hecho específico, en el ejemplo es que la pareja no sacó la basura 🗑. Esto puede arreglarse fácilmente, sin embargo el ataque se va hacia la personalidad del otro, y no hacia el hecho de que el otro no saco la basura. Esto es un problema porque la crítica va preparando el terreno para que surjan los otros tres jinetes del apocalipsis, la crítica es violenta porque es un ataque directo hacia la otra persona, al percibirse, esto se puede experimentar como rechazo o con mucho dolor y frecuentemente el conflicto crece o escala con mucha fuerza, podrás decir realmente no saco la basura 🚮 🗑 pero hay un antídoto para esto. Pero te digo, si te molesta algo de tu pareja o el siempre hace algo que no te gusta, quizás es hora de preguntarse que hago con esta persona. El segundo jinete desprecio, si ya escuchaste el sonido de la crítica, tienes que estar alerta, porque de lo contrario va llegar el desprecio, cuando yo crítico a la otra persona por lo que es y no por lo que hace, comienzo a ponerme en un lugar de superioridad moral, donde claramente, yo si se, como hacer las cosas y el otro no, el desprecio puede verse así: primero la crítica, como puede ser que todo lo desperdicies, como puedes vivir así, eres un vago total,  y después llega el desprecio, que puedo esperar de vos, si de seguro así te educaron,  tu familia es igual. Este jinete se expresa a modo de sarcasmo, de chistes hirientes, expresiones de fastidio o de desesperación, quien recibe el desprecio, experimenta la sensación de ser menospreciado y con poco valor, para jhon Goodman, este jinete es el principal predictor de una separación, ya que este nos hace creer que la otra persona no tiene nada de positivo, muchas veces que mi pareja no me vea ningún atributo positivo, hace que yo mismo no pueda ver eso en mí y tienda a percibirme a mi mismo, como alguien con poco para dar, con poco valor, creo que no valgo mucho, se pierde la admiración por la otra persona, una de las cosas principales del amor de pareja, y es muy difícil de encontrar puntos de conexión y de intimidad, pero la buena noticia es que aunque suena atroz lo mencionado, tiene un antídoto. Tercer jinete, estar a la defensiva, generalmente este surge como reacción a la crítica. Viste que cuando nos sentimos atacados es común defendernos, si alguien nos ataca nos ponemos tensos y solemos sustentar el porqué hicimos lo que hicimos y de la manera que lo hicimos, o caemos en el victimismo o atacamos, sin embargo aunque nos estamos defendiendo de un ataque lo hacemos invalidando al otro y se va generando como un espiral, que va escalando el nivel de malestar cada vez más. Ejemplo, el fin de semana quedamos en que tu pagarías el gas hoy ¿lo hiciste? No, no tuve tiempo, tuve demasiado trabajo hoy, y aquí aparece la crítica, siempre es lo mismo con vos, y siempre terminamos pagando intereses de todo, porque se te olvida,  eres un irresponsable, y luego aparece la defensividad “bueno , para, estuve trabajando todo el día, no estuve sin hacer nada, como sueles hacer tú,  todos los días, yo hice el almuerzo,  y tu pudiste ver que yo tenia miles de cosas por hacer ¿Por qué no lo hiciste tú para ayudarme? Como ven la culpa se redirige a la otra persona, estar a la defensiva escala el conflicto  porque solamente agrega más capas al problema, se convierte en un espiral en el que cada vuelta hace que el conflicto crezca más y más.  Y así llegamos al cuarto jinete llamado stone wall o que básicamente se traduce como poner un muro de piedra, encerrarse o tener una actitud evasiva, este último jinete suele llegar como respuesta al desprecio y implica que la otra persona se cierra y deja de responder a lo que su pareja está diciendo, la persona utiliza recursos evasivos, como fingir que está ocupado, irse del lugar o hacer uso de distracciones, ejemplo, nunca escuchas lo que te digo eres una distraída “si exacto, Soy una distraída, una irresponsable, dejemos así, me voy a dormir 😴 mañana tengo que madrugar “ pero para necesito que hablemos de esto “ déjalo así, tienes razón, ¿que almorzamos mañana?” Al sentirnos abrumados por los otros jinetes puede que reaccionamos retirándonos, y construyendo un muro de piedra, infranqueable,  altísimo, si usamos estos comportamientos a modo de herramienta una vez, para darnos un tiempo corto, permitirnos bajar las emociones, esta bien, pero si lo usamos a modo de hábito constante, esto va a perjudicar a nuestra pareja rotundamente, porque únicamente evitamos y no resolvemos los conflictos.


Ahora ya sabemos cuales son los cuatro jinetes del apocalipsis ¿Qué hago si los veo en mi relación? Como detengo el apocalipsis, si veo que alguno de estos jinetes está cerca, lo principal es detectar cuando,  cada jinete se está acercando,  porque así podremos frenar y usar la herramienta del me alejo por un ratito negociado, como emergencia,  la realidad es que cada uno de estos jinetes tiene medicamento o antídoto. Primer antídoto, ante la crítica, hablar desde mí, la gran clave, para combatir a la crítica, es hablar del comportamiento de la persona que nos molesta, en lugar de la persona en sí, ejemplo, si mi pareja tiene mal olor, le puedo decir así,  amor jugaste fútbol ⚽️ estas traspirado, me encanta cuando estas fresquito, nos bañamos, para luego acurrucarnos un rato ¿Ves la diferencia? hablamos del hecho, lo que está sucediendo y no comprometemos su ser, el antídoto entonces ante la crítica, es de lo que te esta sucediendo a ti, la recomendación es empezar la oración con un yo o a mí, en lugar de un porque tu eres, respirar y pedir amablemente algo,  bajara la tensión. En el segundo jinete, vamos a pensar en el cariño y el agradecimiento, este jinete viene desde la superioridad moral, recordemos que puede verse a modo de sarcasmo, insulto o un humor algo hostil, el antídoto ante el desprecio es apreciar tu relación, es empezar a expresar cariño ya sea verbal o físicamente, gratitud, respeto, en pequeñas dosis, en lo cotidiano, de poquitos, como decirle a tu pareja, gracias por la comida, o por acompañarme o me encantó que te quedaras en casa hoy, todo esto empieza a ir cultivando una relación más amorosa, si por ejemplo a tu pareja se le olvidó hacer la comida o las compras, el medicamento ante el conflicto , se vería así “amor ¿podemos revisar las tareas de la casa? Yo se que estás muy ocupado, pero tenemos que tener comida en la semana, y así nos organizamos” Tercer antídoto, ante la actitud defensiva, la respuesta es defendernos, es natural, lo hacen también los no humanos, esta defensa, puede verse como indignación, victimismo, todo el foco está puesto en quien tiene la culpa, y no en el problema en sí, el antídoto a la defensividad, es aceptar la responsabilidad, por la parte que me toca del conflicto, generalmente nos cuesta trabajo porque tenemos la mentalidad de competencia y no queremos perder, es mucho más fácil que la culpa sea del otro, la alternativa es dejarlo de ver como una competencia y más como un trabajo en equipo.


Espero que les guste esta información,  y que sea de ayuda, un abrazo 🤗 


psimosquera 

Adicción al dolor


RECURSOS

Bienvenidos

Hola, soy Nereida Mosquera, estoy feliz de darte la bienvenida a este espacio personal e informativo, quiero compartir contigo información, ...