Habrás visto que hay miles de actividades y ejercicios para disminuir la ansiedad en las redes. Está minado de cosas para hacer, que prometen BAJAR nuestra ansiedad. Lo cierto es que NO existen recetas mágicas, y disminuir tu ansiedad y transformarla implicará un recorrido que sólo tu puedes hacer. ES UN CAMINO PERSONAL.
Miles de personas te dirán qué hacer, pero eso es lo que les funciona a ell@s. Es muy importante recorrer tu propio camino, y que descubras qué es lo que te hace bien a ti.
Aquí te comparto una serie de actividades y ejercicios que puedes realizar para ir en búsqueda de transformar tu ansiedad, pero como te dije, es sólo una guía, el camino es TUYO y de nadie más.
¡Comencemos!
1. Organizarte
Muchas veces estar desorganizad@s puede generar ansiedad. Por ello es que organizarte, y llegar a conclusiones sobre qué queremos hacer con todo esto, sigo reflexionando o lo dejo de lado. ¿Necesito pedir ayuda, o puedo organizarlo yo? Organizar tu mente baja los niveles de ansiedad. No da una sensación de «está bajo control». Si no estamos organizad@s, nuestra cabeza estará ahí recordándolo todo el tiempo, por eso nos saturamos y sobre estimulamos. Pero si ya lo vaciamos y organizamos, con niveles de prioridades, nuestra mente ya interpretará «Esto ya está resuelto. No te preocupes más por esto». Y la ansiedad bajará.
2. Expresarte: Escribir o hablar
Escribir o hablar de lo que nos pasa y cómo nos sentimos nos ayuda a poner afuera de nosotr@s aquello que va por dentro, muchas veces de manera inconsciente. Literalmente vamos vaciando nuestros pensamientos a través de la escritura o del hablar con personas de confianza.
3. Meditación Mindfulness
Hay miles de estudios que demuestran con bases empíricas que la meditación baja los niveles de estrés y ansiedad. Focalizar en el momento presente (Mindfulness) no tiene que ser algo sumamente complejo, puede ser sencillamente: observar el fuego, o escuchar sonidos de la naturaleza o de alguna canción que nos guste y nos relaje.
4. Focalización: 1 cosa a la vez
Hacer una cosa a la vez. SÓLO UNA COSA POR VEZ. Esto quiere decir lo que lees: Poner nuestra atención en una-cosa-a-la-vez. Si estoy cocinando y de repente me llega una notificación de un email, mi mente probablemente se estrese porque quiero prestarle atención al email, pero al mismo tiempo estoy con mi cabeza en que se me quema la comida si la dejo en el fuego sin prestarle atención. Organizarnos también implica pensar en hacer solo una cosa por vez. Organizar que en esta hora SÓLO VOY A COCINAR, la hora próxima SÓLO VOY A RESPONDER EMAILS, etc...
Esto nos dará la posibilidad de poner atención a esa sola cosa. Nos hará ser más eficientes para terminarla a tiempo, bien conscientes para hacerlo bien, y luego de pasado ese tiempo, y sólo cuando haya pasado ese tiempo, focalizar en la cosa siguiente.
Como pasa en la meditación o en el Mindfulness, es habitual que nuestra mente se vaya a pensar mientras cocino en «uuuuuy debería responder ese email». La propuesta es que pienses que para responder emails tendrás ya la hora siguiente. Esto le enviará la señal a tu cerebro de «Revisar los emails ya está agendado más adelante» y probablemente se calme.
HAZ UNA SOLA COSA POR VEZ.
5. Actividad física
No es necesario que te mates haciendo actividad física, no me refiero a eso. Pero sí, (Y te lo digo porque está comprobado) sencillamente salir a caminar unos 20 minutos, le da a tu mente un descanso, oxigena tu cerebro, para volver a continuar con tus tareas del día de manera más relajada. El gran truco es darle a tu mente un descanso de la mente. ¿Cómo? Saliendo del pensar, y adentrándonos más en el HACER.
Mover tu cuerpo, caminar un poco, moverte, colorear, escribir, jugar con tu mascota, cualquier actividad que implique HACER.
6. Jardinería
No debe haber actividad más relajante que aquella que te conecta directamente con la tierra, con la naturaleza. Sin ponerte guantes, claro. La idea es que el contacto sea directo con la naturaleza. Hay que meternos de lleno en la tarea, sentir la tierra, regar.
El contacto con la naturaleza en general, ayuda muchísimo a relajarnos ya que le estamos mandando la señal a nuestro sistema nervioso de que estamos conectados con la naturaleza y eso relaja naturalmente, mente y cuerpo.
7. Bajar la estimulación mental
Si estamos constantemente siendo bombardead@s por autos, sonidos fuertes, miles de carteles de colores, personas gritando, y llegas a tu casa a prender la televisión y ver el noticiero (con las noticias que generalmente traen los noticieros) … ¿Cuándo descansamos en realidad? ¿En qué momento conectamos más con la quietud, la calma, la paz, nosotr@s mism@s?
Cada tanto, es sumamente importante aislarnos de la estimulación sonora y visual del afuera, bajar el ritmo. Ya que esto le va a ayudar a tu cerebro a calmarse.
RECOMENDACIONES para relajar nuestro sistema nervioso
Para el día a día
Conéctate con la naturaleza. Como puedas desde el lugar en el que estás (no tienes que vivir en medio de la naturaleza para conectar con ella). Si hay una planta en tu jardín, contémplala, acaríciala, huélela, tócala. Genera contacto. Eso relaja a tu sistema nervioso.
Tomate espacios para estar con vos, escúchate, contáctate con lo que necesitas, sentirte, respira aire puro.
Haz una cosa a la vez, cuando quieres hacer muchas cosas al mismo tiempo, tu cuerpo inmediatamente se estresa.
Evita estar mucho tiempo en una misma posición, muévete a cada hora.
Obsérvate constantemente e identifica cuándo empiezas a tensar la mandíbula, hombros o abdomen, respira profundo, y al inhalar libera toda la tensión que oprime tu abdomen.
Practica aceptar la manera de ser de l@s demás y las acciones que realizan, los sucesos que pasan, sin querer controlarlos, y verás que tu cuerpo se mantiene relajado.
Cada vez que te llegue algo que tengas que hacer y que esté pendiente a tu mente, aplica la táctica de los 5 minutos: Si puedes resolverlo en menos de cinco minutos, hazlo en ese momento, si no, anótalo en una lista para hacer después a su tiempo, de manera organizada.
Toma mucha agua para estar hidratad@ y alimentad@ constantemente. Tu cuerpo se estresa cuando no tiene cubierta alguna de las necesidades básicas. Asique procura cubrirlas todas: ve al baño cuando lo necesitas, estírate cuando lo necesites, descansa cuando lo necesites y estés cansad@, ¡Y no castigues a tu cuerpo! (eso acumula tensión).
Evita el café y las sustancias estimulantes, por ejemplo, el alcohol.
Estira y mueve los dedos de los pies y de las manos, puedes girar las muñecas y los tobillos, tensar y aflojar, como en la relajación de Jacobson. Esto activará tu sistema nervioso y también tu circulación.
Haz alguna actividad que disfrutes y que no implique un esfuerzo mental. (baila, nada, camina, pasea, dibuja, canta).
No te recargues con un millón de tareas: Sé realista con las metas que te pones.
Aprende a poner límites para NO hacer cosas que no desees hacer.
Para tu lugar de trabajo
Párate de tu asiento por lo menos una vez cada hora, da la vuelta, y busca la manera de ver al cielo y respirar aire profundo por 5 minutos. (No es una pérdida de tiempo, es una inversión para aprovechar mejor tu tiempo)
Gira en la silla en la que estás sentad@ y abraza el respaldo, primero volteando de lado izquierdo y después de lado derecho. (manteniendo tus piernas hacia el frente)
Gira el cuello hacia la derecha, izquierda, arriba y abajo.
Respira profundo y suelta el estómago. (sácalo para afuera, hazlo ahora, deja de tensionarlo)
Mueve la boca como lo hacen las vacas, simulando que estás masticando pasto, aunque te vean los demás, hazlo para desbloquear la quijada que guarda tantas molestias y tensión.
Apretar con cuidado los ojos por cinco segundos, ábrelos, y repite el ejercicio unas cinco e seis veces. (terminarás apretando y relajando toda tu cara, esa es la intención)
Date un ligero y cuidadoso masaje alrededor de tus ojos, pasando por tus cejas, tu entrecejo y alrededor de tus párpados.
Para antes de dormir y realmente descansar
Haz del sueño tu PRIORIDAD. El descanso es tu aliado, principal razón por la que tu sistema nervioso descansa y se desconecta.
Establece una hora para ir a dormir y respétala, tu cerebro sabrá que a esa hora debe desconectarse y descansar.
Lava tus pies en agua caliente con sal por lo menos 5 minutos, verás que tu cuerpo empieza a relajarse.
Estírate con los brazos hacia el cielo, luego hacia abajo, a la derecha y a la izquierda, para que desbloquees lo que se bloqueó y tensionó durante el día.
Escribí todo lo que te preocupa, lo que no puedes resolver aún (la escritura es MUY terapéutica), anota todas tus tareas pendientes, y acciona para resolverlo mañana (para que no les des vueltas antes de dormir).
Piensa y escribí 10 cosas que agradezcas del día, para que conectes con lo positivo que sí sucedió y tu cuerpo se relaje aún más.
Come un pedacito de chocolate amargo (de más del 50% de cacao natural). El cacao te da sensación de bienestar, ya que estimula la hormona serotonina mejorando el humor y aliviando el estrés.
Disminuí la intensidad de las luces y de los sonidos (si hay luces fuertes apágalas, si hay música fuerte apágala), es fundamental bajar el estímulo a tus sentidos para que tu cuerpo deje de estar alterado y se vaya tranquilizando.
Realiza un ritual para dormir, en el que vayas preparando tu cuerpo para dormir, consintiéndote con cosas que te relajen, bajando el volumen de tu voz y de tus pensamientos.
Date un masaje de cuerpo completo a ti mismo, a tus pies, hombros, cuello… Si tienes, usa alguna fragancia o aceite esencial. El de lavanda es mi favorito, te lo recomiendo.
Prendé un sahumerio, o usa algún aroma que te sea agradable y te relaje.
Bosteza a propósito. Además de estirar la quijada, le mandarás el mensaje a tu cuerpo que es hora de dormir.
Quítate los zapatos al llegar a tu casa, y deshaz el peinado que traes. Suéltate el pelo.
Medita, haz una oración o contempla; vuélvete un/@ expert@ es la meditación o Mindfulness.
Haz un alto en tu mente por lo menos 5 minutos.
Una vez que comiences a incorporar estas rutinas, actividades o hábitos a tu vida cotidiana, verás como todo cambia.
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